
El estrés es una respuesta física y psicológica ante situaciones de presión y angustia, puede ser desencadenado por múltiples causas, algunas pueden ser: asuntos familiares o laborales, presión económica o problemas de salud. Se puede manifestar de modo físico, como, por ejemplo, en dolores de cabezas, tensión muscular, tensión sanguínea elevada, problemas estomacales. También puede manifestarse de manera psicológica, como en ataques depresivos, ansiedad, inclusive bajo apetito sexual. El estrés prolongado, intenso o crónico puede hacernos mucho daño. Cuando el cuerpo está siempre en estado de “alerta máxima”, podemos sufrir en sentido físico, emocional y mental. Nuestro comportamiento y la forma de tratar a los demás quizás se vean afectados. El estrés crónico puede hacer que alguien abuse de alguna sustancia o adopte otros hábitos poco saludables. Incluso la persona podría llegar a deprimirse, sufrir agotamiento extremo o pensar en el suicidio.
Es recomendable conseguir ayuda profesional para superar tal padecimiento
Por: Alex Franco
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